Hoy me hicieron una pregunta que merece su propia entrada en este blog. La pregunta es la siguiente:

» Tenía un vino con un puntaje de 84 puntos y me encantaba! Quiere decir que tengo mal gusto para los vinos?»

Creo que

cualquier crítico de vinos estará de acuerdo conmigo en que debe disfrutarse del vino en base a preferencias personales y no al puntaje de los vinos. La apreciación del vino ha ganado popularidad recientemente y los «nuevos» necesitan algún sistema que los guíe. Los críticos de vino quieren ser tan imparciales como les sea posible al recomendar vinos al público; por lo tanto, asignan puntos de acuerdo a una metodología específica y predefinida. Sin embargo, no debiera permitirse que estos puntajes superen en importancia a las preferencias personales.

Siempre les digo a mis clientes que piensen en el vino como si fuera perfume. Algunos nos gustan y otros no. Algunas personas compran un perfume determinado porque realmente les gusta su fragancia; otras lo compran porque su marca es famosa o está promocionado por alguien a quien admiran. Si tuviera que escoger un perfume, escogería uno que está de moda pero que no le agrade particularmente, o escogería una marca no muy conocida pero que realmente

adore? La respuesta es obvia, cierto? De la misma manera, debería elegir vinos de acuerdo a su gusto personal y no al puntaje del vino.

El puntaje del vino:  Puede tratarse simplemente de Marketing

Como en cualquier industria, el mundo del vino puede girar en torno al marketing. Un vino en particular puede transformarse en el producto más cotizado del mercado – o no – dependiendo de cómo sea percibido por la gente.

La mejor forma de promocionar un vino en la industria del vino es obtener un puntaje alto de un crítico de vinos prestigioso, como Robert Parker Jr. Si un crítico de vinos muy respetado decide que un vino determinado merece 95 puntos, el fabricante de vinos se gana la lotería, ya que este puntaje puede ser usado para promocionar el vino al público. Por otro lado, si un vino determinado recibe 80 puntos o menos, el fabricante probablemente no mencionará (y no debiera hacerlo) el puntaje en absoluto al promocionar su vino.

Desafiando los puntajes de los vinos

Yo organizo degustaciones ciegas de vino para demostrar a mis clientes que los puntajes de los vinos no son infalibles. En estas degustaciones ciegas, pido a mis invitados que prueben dos vinos. Uno es siempre un vino conocido que ha recibido elogios de los críticos; generalmente ha obtenido 89 puntos o más. El otro vino es siempre uno que ha tenido un menor desempeño, comparado al primero. Normalmente tiene un puntaje de 80 a 85; sin embargo lo elijo porque creo que vale mucho más que lo que su puntaje indica.

Debe comprender que cualquier vino puede recibir un puntaje bajo simplemente porque no estaba listo cuando fue degustado o porque tenía características que no agradaban al crítico de vinos. [Consejo para el fabricante de vinos sabio: No exponga su vino a los críticos si no muestra signos prometedores o si no está listo para ser degustado. Además, no debería elegir un crítico al que usted

sabe que su vino – o algunas de sus características – no le agradará. Éste es un error que muchos fabricantes de vino han hecho y que generalmente no repiten.]

Lo que resulta tan interesante de estas degustaciones ciegas es que, el 80% de las veces, mis invitados prefieren el vino que obtuvo menor puntaje.

Los puntajes de los vinos afectan el modo en que éstos son percibidos

También organizo degustaciones de vino para mostrar que los puntajes de los vinos afectan el modo en que éstos son percibidos. En estas degustaciones, también presento dos botellas de vino. Como en las degustaciones ciegas descriptas más arriba, uno de los vinos tiene un puntaje alto, y el otro tiene un puntaje bajo. Sin embargo esta vez, los participantes saben qué vino están bebiendo y qué puntaje tiene. Como es de esperarse, casi el 100% de mis invitados a estas degustaciones prefiere el vino con puntaje más alto.

Esto me

recuerda una de mis visitas a una tienda de souvenirs de una bodega en Oregon. Esta tienda vendía una placa que representaba una tira cómica. En la tira cómica había un hombre que probaba un vino y lo encontraba repugnante. Al quejarse al dueño de la tienda de vinos, éste responde, «La verdad es que no lo entiendo. Ese vino tiene un puntaje de 93 puntos». El hombre, avergonzado por su comentario, termina comprando 3 cajas del vino – el vino al que originalmente encontró repugnante pero que repentinamente encontró atractivo gracias a su alto puntaje.

Por supuesto que terminé comprando la placa. Realmente me gustó la moraleja de la historia: Un hombre que no confía en su gusto sobre vinos probablemente comprará vinos que no disfrutará. La gente, especialmente los novatos en el mundo del vino, normalmente prefiere un vino determinado por el puntaje que ha recibido de los críticos de vino.

En efecto, los puntajes del vino afectan nuestra percepción de los vinos. Los vinos de puntaje alto se

ponen de moda, mientras que los vinos de puntaje bajo generalmente fracasan. Las tiendas de vino pueden decidir liquidar su stock de vino con mal puntaje y reemplazarlo por otro que tenga mejor puntaje; además, lo más probable es que nunca vuelvan a comprar este vino, por las pérdidas económicas que ha provocado.

Nuestras percepciones pueden afectar nuestras preferencias

Nuestras percepciones también pueden afectar nuestras preferencias por el vino y nuestro comportamiento como consumidores de vino. Los productores de Merlot en California aprendieron esta dolorosa lección cuando el vino favorito de América fue criticado en la película Sideways. En la película, uno de los personajes (actuado por Paul Giamatti) simplemente le dijo a otro personaje que el Merlot «apesta».

Era sólo una película. La crítica al Merlot era simplemente parte del diálogo de una

historia ficticia. Sin embargo, el efecto se sintió de inmediato. Las ventas de Merlot cayeron abruptamente y las de Pinot Noir se apoderaron de una gran parte del mercado del Merlot. Hasta el día de hoy, las ventas de Merlot no se han recuperado.

Es posible que una línea en el diálogo de una película haya detenido la compra de Merlot? Puede ser que la gente haya probado otro vino que le haya gustado más que el Merlot. Pero es más probable que la película realmente haya dado vuelta la percepción que el público tenía del Merlot. Es el poder del marketing en acción!

Sus gustos y preferencias deberían prevalecer sobre el resto

Convertirse en un bebedor de vino es como un viaje espiritual. Usted debe identificar sus preferencias personales. Esto es extremadamente importante si quiere realmente disfrutar del vino!

No se deje intimidar por lo que otros puedan pensar o decir. Al fin de cuentas, se trata de su paladar y no el de ellos. Recuerde, su nariz sabe lo que es mejor para usted.

Mi recomendación es que pruebe un estilo de vino diferente cada vez y juzgue por sí mismo. Vivimos en la edad de oro del vino y sería una lástima que se perdiera de los maravillosos vinos disponibles sólo porque un crítico de vino considera que no está a la altura de otros o sólo porque un personaje en una película dice que apesta.

Salud!